Lo primero que tenemos que tener en cuenta al momento de abrir una botella de vino es que siempre debemos contar con el elemento necesario y vital para esta acción: el sacacorchos. Que podrá ser nuestro mejor aliado o nuestro peor enemigo. Ya que muchas veces nos juega malas pasadas con las roturas de corchos o tapones.

Lo cierto es que hay distintos tipos de sacacorchos que en lugar de facilitarnos la vida, realmente nos la complican, pero si elegimos una botella con un clásico tapón de alcornoque no vamos a necesitar el mejor sacacorchos del mundo, ni el más caro. Con tener siempre cerca un sacacorchos de dos tiempos, de buena calidad, alcanza y sobra. 

Entonces, una vez que tenemos nuestro vino a la temperatura de servicio correcta y nuestro sacacorchos de dos tiempos a mano ¿qué tenemos que hacer?

1 Descapsular

La cápsula es esa especie de capuchón que muchas veces (ya que hay botellas que pueden no tener cápsula, de hecho muchos espumosos del mundo ya no suelen llevarla) se presenta vistiendo de forma externa el tapón de la botella. Pueden ser neutras o tener un peso visual super importante jugando con el arte de la etiqueta y/o el color del vino. Pero vale aclarar que no tiene ninguna función empírica que mejore o empeore el vino. Ahora bien, si queremos descapsular de forma correcta deberemos utilizar la navajita o cuchillito que tiene la parte superior de nuestro sacacorchos de dos tiempos (hay otros sacacorchos que no la tienen, por eso remarco la importancia de la elección de este modelo que será vital para facilitarnos el paso a paso). Con un movimiento semicircular de muñeca se marcará debajo del segundo gollete de la botella con una primera incisión por donde cortaremos la cápsula. Con el segundo tajo horizontal la cápsula quedará lista para ser retirada una vez que realicemos un corte vertical que nos ayudará a quitarla de forma super sencilla.

Si nuestro sacacorchos ya tienen muchos años y la navajita está desafilada tenemos dos caminos: la afilamos o reemplazamos el sacacorchos.

2 A clavar el espiral

Para que quede bien centrado, debemos sujetar el sacacorchos de forma tal que nuestro dedo índice sostenga el tirabuzón / espiral así será más fácil llevarlo al centro del corcho, lo más derecho que podamos. Ya que muchas veces el motivo de rotura de tapones es debido a un ingreso torcido del sacacorchos lo que hará que la extracción no sea simple y amigable.

3 Casi hasta el final

Ahora vamos a girar el tirabuzón hacia adentro, dejando el final del espiral fuera del pico de la botella, para evitar perforar el corcho. Este simple detalle hará que la extracción sea más sencilla, ya que si seguimos llevando el espiral hasta el final, se complicará la salida del mismo y, lo más probable, es que cuando queramos llevarlo hacia afuera el corcho se nos rompa.

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4 Extracción en dos tiempos

De este paso viene el nombre de nuestro de aliado, el sacacorchos de dos tiempos: porque la salida del sacacorchos (con el tapón) se hará justamente en dos tiempos, apoyándonos en los dos tiempos del sacacorchos. Eso sí, en el tramo final idealmente es necesario ayudarse con nuestra mano hábil para, por un lado, evitar hacer una extracción sonora (algunos aman el sonido del plop pero si hablamos de un servicio en restaurante deberíamos hacerlo de la forma más silenciosa posible) y, por el otro, si la botella está llena por demás también podríamos derramas algunas gotas.

5 Afuera el tapón

Una vez que el tirabuzón está fuera del cuello de la botella con el tapón, vamos a extraer manualmente el tapón del espiral y después deberíamos limpiar con una servilleta de servicio (o cristal) el cuello de la botella, porque muchas veces quedan restos de alcornoque en forma de polvo que si no lo sacamos irán directamente a nuestra copa.

Y ahora, que la botella está abierta solo queda servir nuestra copa de vino ¡y disfrutar!